martes, 13 de noviembre de 2007

Raúl, un sí evidente

Está de moda, el fútbol español sigue cuestionando algo que, cada día que pasa es menos cuestionable. Un tema que trae cola en la prensa nacional desde el mundial de Alemania en 2006, donde el capitán empezó en el banquillo para reaparecer ante Túnez, iniciando la remontada de una selección que veía como el primer puesto se le complicaba. El "7" marcó y se rehivindicó, señalándose el dorsal, el mismo dorsal que le ha convertido en el máximo goleador de la roja en toda su historia. De éste modo, Raúl salió de inicio en el choque ante Francia de octavos, partido en el que el combinado español cayó derrotado ante los Zidane, Henry y compañía, en un día en el que la prensa volvió a vender humo, nombrando a España como vencedora del Mundial. A partir de entonces el país se dividió entre raulistas y anti-raulistas, como si el mejor delantero de nuestro futbol, al menos durante la última década, fuese el único causante del "desastre". No, señores, España cayó porque es inferior al rival al que se enfrentaba; España cayó porque, al contrario de lo que muchos piensan, está lejos de afrontar la fase final de un Mundial en el grupo de favoritas; España cayó porque el "Mago Zidane" tuvo una de sus noches mágicas; pero España no cayó por Raúl, no nos engañemos.
Pues bien, Raúl ya no es internacional, y la selección ha vuelto a sufrir para clasificarse para la Eurocopa de 2008, clasificación que, de hecho, aún no está asegurada. Raúl ya no es internacional, pero no por ello ha dejado de marcar goles. Es, junto a Van Nistelrooy, el máximo goleador de la historia de la Champions League, la competición más importante del mundo a nivel de clubes, y en Liga ya suma 6 dianas ésta temporada, acercándose a los 200 tantos, y dispuesto a batir todos los registros goleadores, poniendo en peligro, incluso, los números del mismísimo Telmo Zarra.
Y es que cuestionar a éstas alturas la presencia de Raúl en la selección española es insultarse a uno mismo, ¿o acaso se cuestionaban las presencias de Figo, Zidane o Ronaldo en Alemania, a pesar de no estar en su mejor momento? Raúl, por esa misma razón, debe ser un fijo en las convocatorias de Luis Aragonés, porque, esté bien o mal, siempre está para sumar un nuevo gol a su dilatada cuenta, porque, esté bien o mal, impone el respeto que nadie mas impone a las defensas rivales. Raúl tiene que estar, más si cabe, porque no podemos presumir de una extensa lista de delanteros de nivel europeo semejante a otras potencias mundiales.
En definitiva, Luis Aragonés tiene la última palabra, pero ¿puede España permitirse el lujo de prescindir del que, para muchos, es el mejor jugador de la historia de éste país?

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